LA INOCENCIA DE LOS BORRADORES DE LA AEAT

En estos últimos días, hemos podido leer noticias relacionadas con las continuas sorpresas que a AEAT da a sus contribuyentes, cuando les ofrece hacerles sus declaraciones de la Renta 2.015, para que puedan tener una preocupación menos en sus vidas. Desde que nacieron los famosos borradores de Hacienda, son muchos los españoles que los han utilizado. Y eso está muy bien. Pero que muy bien¡ Que duda cabe. Sobre todo para la Hacienda Pública. Esto no es una crítica, sino una realidad.

En el año 2.011 se demostró que más del 40% de los borradores incorporaban pequeños errores, que tenían de incorrecciones el resultado final de las declaraciones. Casi siempre a favor del más fuerte. En los casos contrarios, hemos de recordar que la responsabilidad siempre será del contribuyente, que supuestamente revisa y acepta los dato que la AEAT calcula por él. Por ello, no debemos insultar a los santos del cielo, si se nos reclaman cuotas no ingresadas por errores cometidos por la AEAT en la confección del borrador.

Este año además hemos conocido que también es posible conocer los datos fiscales de nuestros enemigos, sin necesidad de disponer de sus certificados digitales. E incluso, los datos de la declaración de la renta de Soraya Sáez de Santamaría o de José Luis Rodríguez Zapatero, simplemente al solicitar la vista preliminar de nuestra propia declaración. Se registraron cruces de datos entre contribuyentes que permitieron que esto ocurriese. (Cruces de datos en la declaración de 2.015).

Estas son pequeñas pinceladas que nos demuestran que no debemos confiar plenamente en lo que la AEAT nos diga acerca de nuestros datos fiscales. De nuestra experiencia personal podemos decir que nos hemos encontrado con errores incluso en la fecha de nacimiento del contribuyente. Con todo ello queremos decir que lo más recomendable desde nuestro punto de vista es llevar a cabo una excelente revisión, a fondo de los datos contenidos en el borrador. Sin embargo la  estrategia que M&M Consulting siempre propone a sus colaboradores es la siguiente:

·         Realizar la declaración de renta desde cero, con los datos procedentes del interesado.

·         Obtener un resultado provisional.

·         Comparar con los datos procedentes del borrador. Opcional

De esta manera conseguimos 2 objetivos fundamentalmente:

1.   Llevamos a cabo un gestión de la información totalmente objetiva, respetando todas las pautas establecidas para completar la declaración de impuestos. Evitamos vernos influidos por el sesgo dado por el borrador, eliminando la posibilidad de no reparar en los detalles importantes para nuestro cliente, al no caer en la tentación de seguir el guion del borrador. Es decir, no usamos la comodidad que da seguir los datos del borrador de la Renta 2.015.

2.   Podemos demostrar a nuestros asesorados los ahorros conseguidos del proceso, puesto que en muchas ocasiones hemos puesto en claro, los perjuicios que la AEAT recogía en sus borradores, en comparación con las declaraciones correctas.

Esta fórmula es la ideal. El coste de hacerlo así se diluye totalmente en los resultados. Es una opinión. Una postura. Una filosofía, que está claro, no gusta a la Hacienda Pública. Si no por qué tanta insistencia en hacernos llegar los borradores por todas las vías inimaginables?. Por qué no promocionan más la confección desde el principio en las Agencias (pueden intentarlo y comprobarán la dificultad que supone hacerlo de esta manera). De hecho, podrán comprobar que el plazo de presentación on-line de declaraciones de la Renta 2.015 quedó abierto el pasado día 6 de abril, pero solo se podrá solicitar que la confeccionen en las delegaciones de la AEAT a partir del día 10 de mayo. Está muy clara la intención de la Agencia.

En definitiva, es un sistema muy, muy práctico, sencillo y rápido de cumplir con nuestra obligación tributaria, pero hay que ser muy crítico. De verdad. Las prisas en esto no benefician. No por enviarlo tan rápido nos van a ingresar el dinero antes que a nadie. Es mejor dedicarle el tiempo necesario y, en su caso, dejarlo en mano de expertos que todavía empleamos mucho menos tiempo en las revisiones, si es eso lo que el cliente quiere.

No sean inocentes con la inocencia de los borradores porque presuntamente muchos son culpables. Además, la penitencia de sus pecados la pagará usted, y no el pecador.

Permítannos esta pequeña sorna religiosa, pero realmente es así. La responsabilidad última de los datos presentados como declaración de la Renta, siempre es del contribuyente, y en su caso de sus asesores.